
Mahi, Carolina Barahona
Psicóloga, Facilitadora de Círculos Femeninos, Doula y Educadora Perinatal
co- fundadora del ((((Círculo Matriztico)))) y MaMatriztica
En Círculo, en Comunión, en Receptividad, en Hermandad, en Complicidad .Honrando la sabiduría femenina de antaño y gestando en conjunto la de hoy...
Julieta Venegas y su heroico parto como madre primeriza: en casa y con partera
Embajadora de la Unicef, la cantante se reunió con futuras madres chilenas para celebrar por adelantado su día y presentarles la Guía de Gestación Intercultural que entrega consejos mapuches, rapanuis y chilotes para un embarazo saludable.
“Los primeros meses de embarazo decía, por Dios. Me sentía horrible”, le confesó Julieta Venegas a las tres embarazadas que la acompañaron en el lanzamiento de la Guías de Gestación y Nacimiento Interculturales que reparten el Ministerio de Salud y Unicef.
Náuseas y mareos que la cantante mexicanacombatió con aguas de hierba durante los primeros meses de gestación, como también se hace en la isla grande de Chiloé, con infusiones de menta, según se lee en el librito que será distribuido gratuitamente en los consultorios chilenos.
Una guía práctica que cautivó a la embajadora de la Unicef, quien reconoció que su primer embarazo quiso llevarlo de la manera más natural posible, por lo que un libro de consejos de pueblos originarios, escritos en su propia lengua, habría sido una gran ayuda para ella y también lo sería para las mujeres de país.
“El embarazo es un proceso tanto emocional como físico y esta guía ayuda a las madres a rescatar sus tradiciones. Sería muy bueno también poder presentárselo a las mujeres en México. El embarazo y el parto se han medicalizado mucho, perdiendo su valor, y esto te enseña la importancia de estar conectada a las mujeres de tu familia y sus consejos”, reflexionó la autora de “Eres para mí”.
PARTO EN CASA
Una conexión con la naturaleza que Julieta llevó al extremo, decidiendo tener a su primera hija en un parto natural en su propia casa, sin médicos y con toda su familia haciéndole barra.
“Leí muchos libros sobre parto natural porque fui muy obsesiva con mi embarazo. Me asombró la cantidad de gente en las ciudades que lo había hecho y descubrí a mis parteras, quienes me atendieron en la casa y sin doctores”, cuenta Venegas.
Decisión que tomo en pareja y a la cual también le anexo un plan B, por si las cosas no salían como ella había planeado. “No tuve un médico que me ayudara, solo las parteras, pero afuera de la casa estaba listo un auto y el hospital estaba a quince minutos por si algo no salía bien”, recuerda sonriendo.
LACTANCIA EXCLUSIVA
La embajadora de la UNICEF se toma su rol muy en serio, por ello uno de los primeros consejos que le entregó a las futuras madres chilenas fue completar los seis meses de lactancia materna exclusiva que recomiendan los médicos.
“Soy una fiel amamantadora, mi niña tiene 8 meses y sigo fijo con eso. Hace poco esta comiendo algunos sólidos, pero antes tenía lactancia exclusiva y siempre me saco leche para mantenerle lista si tengo que salir”, cuenta Venegas.
Es más, para poder llevar a cabo una buena alimentación de su hija Simona, la cantante mexicana contrató una experta en crianza para conocer las técnicas de apego del amamantamiento.
“Es importante saber cómo te acomodas la bebé en la pechuga y también es importante que alguien te ayude en el proceso porque son muchas las madres que dejan de alimentar a sus hijos porque el niño nunca se agarró como debía. Por suerte, mi hija desde el principio se agarró muy bien”, cuenta la cantante, quien viajó a Chile junto a su retoña.
Estamos extasiados al anunciar el nacimiento de nuestro hermoso bebé, Tashi Tsering (Larga Vida Auspiciosa). Tashi nació en el agua, en la casa de nuestra matrona angel, en Chile a las 5:26 del Viernes 24 de Abril. Estamos en una explosión de amor y gratitud!
Como la experiencia está aun muy fresca en mi, quise escribir la historia de este cambio de vida, de la experiencia del universo expandido, mente y cuerpo totalmente flotante...mientras las hormonas del parto están aun potentes! Bueno, aquí está...
Supe desde el inicio del embarazo que quería un parto natural. Esto se fue amplificando cuando supe que daría a luz en Chile, ya que a Felipe le habían rechazado su visa para entrar al Reino Unido. Chile tiene uno de los más altos índices de cesáreas en el mundo, y por lo tanto quise hacer todo lo posible para dar a luz sin intervención.
Desde la casa de mi madre en Barnet, googlie “Parto natural en Chile”. Como lo quiso el destino, encontré a una maravillosa mujer: Jill, una matrona norteamericana, en el foro de un sitio web chileno.
A mi llegada a Chile la buscamos con la esperanza de convencerla de asistir nuestro nacimiento. Cuando nos conocimos, su historia de vida, su experiencia como matrona, el amor absoluto puesto en su trabajo y a las cientos de madres que había ayudado a parir, superó totalmente todas mis expectativas.
Jill no ejercía como matrona en Chile, pero cuando nuestros caminos se cruzaron, sentía cómo si fuese a ser. Ella decidió hacer una pausa en su jubilación y ayudarnos. Su marido, Carlos, es otro Ser hermoso, y nuevamente con inmensa suerte, un jubilado pediatra y neo-natologo. Él estuvo de acuerdo en ayudarnos también, y así nuestro caminar juntos hacia el más profundo misterio de todo, comenzó.
Mi embarazo fue maravilloso. Gané un nuevo amor y el respeto por mi cuerpo, maravillada de cómo fuimos creciendo.
Leí y leí todo lo que pude sobre parto natural. Parece que es un hilo común entre los nacimientos de hospital que a menudo son más lentos, se detienen, o son inducidos, una intervención lleva a la otra, y a la madre se le niega la libertad y la autonomía para parir naturalmente. La mayoría de las historias de parto que he escuchado aquí en Chile dieron lugar a una cesárea por “razones médicas”. Empecé a prepararme psicológicamente para dar a luz sin hospitalización. Se hizo patente que era imprescindible cultivar una alegre anticipación al parto, en lugar del miedo, que se ha convertido en algo normal en muchas mujeres, debido a la medicalización de lo que es el más antiguo y natural proceso de la humanidad.
Cuando consideraba el miedo de dar a luz, lo que más temía era terminar en una clínica donde no hablaran mi idioma y no poder expresar mi deseo de un parto sin medicación.
La experiencia de mi partera, el amor y el cuidado jugaron un rol fundamental para perderle el temor a un parto natural, así como también el apoyo incondicional de mi madre y su total confianza en mis decisiones.
Una nueva amiga y futura madre, conoció a Jill (mi Matrona) en el mismo sitio web que yo, pero su familia tenía mucho miedo de un parto fuera de un hospital. Esto la hizo sentir sin confianza, con miedo y desprotegida, cuestionándose si realmente podría tener un parto natural en casa.
Voy a estar eternamente agradecida por el apoyo y el aliento de estas maravillosas mujeres que me permitió dar a luz a Tashi en la forma en que yo quería, confiando en lo que mi cuerpo fue diseñado para hacer. Felipe, mi esposo, fue inquebrantable en su apoyo y fe en un parto natural, por lo que caminamos juntos hacia delante con mucha emoción.
Como la fecha se iba acercando, estuve cada vez más entusiasmada por conocer a nuestro pequeño niño. Esperar por dar a luz , para una madre primeriza, es un sentimiento indescriptible. Realmente no tenía idea de lo que estaba esperando, no importa el número de libros o películas de natalidad había leído y visto. Tu esperas en un limbo dónde el universo cambia, y la vida cambia más allá de tu imaginación.
Miré a mi mamá muchas veces, a sabiendas de que ella conocía y había experimentado lo que yo estaba a punto de vivir, pero que aún no había experimentado. Ahora, ya como madre miro a mi amiga embarazada de 8 meses y me maravillo al saber lo que está a punto de descubrir. Guau! que profundo y misterioso rito de paso está por venir.
La sensación de que la parte más empinada de la montaña , está aún por venir está todavía muy presente, pero siempre estuve muy emocionada y casi sin temor por el proceso (pero no completamente, si soy totalmente honesta!). Después de un examen de 41 semanas, me decepcioné al escuchar que Tashi estaba todavía alto, y aún no ejercía ninguna presión sobre el cuello del útero. Él estaba colocado en posición posterior, de manera que me dijeron que me preparara para una labor especialmente difícil, cuando la cabeza del bebé ejerce una gran presión sobre la columna vertebral. Este tipo de trabajo de parto se sabe que es largo, doloroso y a menudo las madres primerizas deben ser transportadas a un hospital ya que el progreso es lento y su energía va decayendo. Me sentí nerviosa, pero continué con esperanza y pensando positivamente que el parto podría ser muy tranquilo.
Empecé a tratar de inducir naturalmente mi parto, caminando, usando salvia blanca en mi barriga, y presionando diversos puntos de acupresión. A los 9 días de retraso vino un amigo nuestro de visita, junto a 3 mujeres que yo no conocía. Su intención era que pudiéramos reunirnos, sentarnos en un círculo, y realizar una ceremonia para alentar y dar la bienvenida a Tashi en este mundo. Todos hablamos profundamente sobre el nacimiento, la vida, las relaciones. Mi mamá y yo llorábamos de emoción. Bebimos Chicha (una dulce bebida de uva sin fermentar, típica chilena) para celebrar la inminente llegada de Tashi.
El día siguiente comenzó como todos los demás, con mi madre impacientemente haciendo su pregunta favorita del día: "no sientes nada?". Había tenido algunos signos menores, pero muy breve: "No, no realmente" le respondí, preguntándome si iba a tener que beber algún tipo de aceite para evacuar mis intestinos con la esperanza de que Tashi podría tener la tentación de unirse.
El día pasó con algunas contracciones, y una fuerte sensación de que el parto se aproximaba. Jill y Carlos llegaron en una visita inesperada, Jill preguntó casualmente si había estado prestando atención a las contracciones, ¿Cuánto tiempo duraban y cuán cerca estaban una de la otra?. Yo respondí, “no realmente, estas han sido muy leves”. Ella dijo: "Cariño, te encuentras en las primeras etapas del trabajo de parto, ya puedo verlo” ¿En serio? exclamé, con hormigueos de emoción. "Sí, estás brillando con el aura de una madre en labor de parto, siempre puedo detectarlo”
WAHEY! Está sucediendo. Estábamos aliviados y emocionados. Esa tarde Felipe experimentó su primer juego de Scrabble y yo continué teniendo contracciones suaves. Justo antes de las 10 decidimos irnos a la cama.. Cuando iba caminando hacia el dormitorio, BAM! Una de las contracciones fuerte llegó. Bajé las escaleras y le dije a Felipe que no creía que fuéramos a dormir. Un minuto después, otra, y otra. Me senté en el baño respirando a través de ellas. Llamamos a Jill. Ella estaba lista y esperando. Decidimos despertar a mamá e irnos donde Jill, antes que sintiera que el viaje sería demasiado. La intensidad de las sensaciones fue en aumento rápidamente, con apenas un minuto para descansar en el medio. Con mis manos y rodillas en el respaldo del auto respiraba, con los ojos cerrados, aún emocionada de que finalmente estaba sucediendo. Después de una surrealista parada en la carretera por unos instantes, llegamos. Estaba desesperada por sentarme en el baño y ayudar el proceso. Permanecí en el baño de Jill, mientras todos se preparaban y alistaban la piscina para el parto.
Las cosas fueron sucediendo rápidamente, lo que fue un alivio. Jill me revisó, asombrada de encontrar que estaba con 6 cm de dilatación. Una o dos horas más tarde me encontraba en una cálida piscina inflable para dar a luz.
Con el fin de experimentar profundamente las sensaciones que estaba viviendo, hice un montón de ruido de todos los tonos y volúmenes. Jill me había comentado que así como una mujer vive su vida, así ella da a luz. Vaya, pensé. Soy una mujer intensa... Esto era incomparable a cualquier cosa que hubiese experimentado. Estaba muy sorprendida. Manejar cada contracción, tan cerca una de la otra , fue abrumador, y me encontré llorando en numerosas ocasiones, preguntándome cómo lo iba a poder hacer
No hubo descanso entre las contracciones y el dolor de espalda se hizo bastante insoportable. Mi mente se preguntaba a menudo qué pasaría si yo no pudiera lograr el nacimiento en casa, sin embargo, el pensamiento de ir a algún otro lugar era incluso peor, por lo que me confirmaba a mi misma que daría a luz ahí mismo y en ninguna otra parte.
A las 2:30 am, la naturaleza de las sensaciones cambió. Creía que la sensación de pujar sería una sensación alegre, y que el progreso sería rápido. Había visto fotos de las madres con partos orgásmicos y de mujeres charlando y riendo juntas durante su trabajo de parto. Pensé, oh sí, esta será mi experiencia! Sin embargo, mi trabajo me requirió gran esfuerzo físico y un dominio de mi mente y mi cuerpo de una manera que nunca había imaginado posible.
Tashi comenzó su descenso lentamente. El hueso púbico fue el principal obstáculo. Felipe habia entrado conmigo en la piscina de parto, como Jill lo había hecho, mientras que mi madre me daba cucharadas de una dulce infusión, susurrándome maravillosas palabras de aliento.
Continué mi trabajo, inmersa en mi propio mundo, mientras a mi alrededor, todos me brindaban apoyo, sosteniéndome, haciendo rezos y guiándome. Entré en un estado de conciencia completamente alterado, respirando, gritando, y aprendiendo a dirigir mi energía hacia abajo, para hacer eficaces las contracciones. Jill me habló suavemente, advirtiéndome que podía tomar mucho tiempo y esfuerzo mover la cabeza por completo del hueso púbico. Podía sentir la cabeza de Tashi con mis dedos, sin embargo, los pocos centímetros podían significar cualquier cosa. Él vino con un empuje y, a continuación, desapareció de nuevo, una y otra vez. Nos fuimos moviendo adoptando diversas posiciones, sostenida y apoyada siempre, física y energéticamente por Felipe.
Teniendo mucha fe en que cuando el momento llegara sabría instintivamente cómo y dónde dirigir mi energía, sin embargo, la enorme tarea de llevar a Tashi hacia fuera, dada su posición posterior, y la intensidad de las contracciones, sin pausa entre una y otra para descansar, con frecuencia me dejaron chillando en tonos altos y gritando, con mis piernas sin fuerza. Jill me alentó a profundizar en los tonos altos y enviar la energía hacia abajo para no desperdiciar la energía de la contracción, y mi mamá constantemente me recordó mover mi barbilla en cada pujo. Los brazos de Felipe me sostuvieron en numerosas posiciones y temblaban con el esfuerzo.
Aunque no me diera cuenta, creo que tanto Jill como Felipe estaban algo preocupados por el progreso de Tashi. Carlos se mantuvo siempre presente, pero guardando cierta distancia, controlando los latidos, para asegurarse de que Tashi estuviera bien. El estuvo siempre disponible, apoyando con su experiencia y amor, por lo que estoy muy agradecida por ello.
En un momento los latidos de Tashi fueron muy bajos. Yo, sin embargo, nunca dudé de que iba a estar bien. Jill comenzó a sugerirme posiciones para que la fuerza de gravedad ayudara en la tarea. En este punto, moverse es muy difícil y yo me negué a salir de la piscina de parto!.
Cerca de las 4:30-5:00 a.m. habíamos tomado una posición, con Jill en frente de mi, Felipe detrás, sosteniendo mis piernas con mucha fuerza detrás de las rodillas y empujando mis piernas hacia arriba. Me había tomado bastante tiempo poder estar así, pero ahora sentí que tenía que continuar y pujar con toda mi fuerza. . ¡De repente Jill me animaba a reducir la velocidad! Wow, él está realmente llegando. Mi Mamá exclamó " Julia, estás casi allí” Está sucediendo, sólo volví a mi y a la habitación cuando sentí el ardor, que me habían advertido que a menudo acompaña la coronación de la cabeza.
Él está aquí, está aquí!. Esperé la siguiente contracción, experimentando la sensación de mi cuerpo ampliándose y ardiendo cuando Tashi estaba a punto de nacer, y con la siguiente contracción él ya estaba fuera, y rápidamente en mis brazos llorando, en un saludable llanto en el que tomó su primer aliento. Temblamos todos juntos, abrigamos a Tashi con una toalla, con su cuerpo todavía sumergido en el agua, cuando miramos fijamente a nuestro pequeño muchacho. No hay palabras que puedan expresar este momento. La placenta bajó fácilmente y tambaleando encontré la forma de salir de la piscina envuelta en una toalla, mientras Carlos revisaba a Tashi.
Tashi es una sana, encantadora y maravillosa bendición. Los días tras el nacimiento fueron incluso más sorprendentes e inesperados que el parto mismo. El elevado estado de existencia duró aproximadamente una semana. Vida y muerte estuvieron intensamente presentes para mi, como una inseparable dupla, sin separación, muy juntos.
Afronté un miedo profundo a la muerte, y el apego a todos aquellos que yo amo muchísimo. Sentí un miedo palpable de enamorarme profundamente de este nuevo y frágil ser, con el riesgo de una destrucción total en la idea de perderlo.
Estoy aliviada de estar en un estado más sólido y enraizado ahora, sin embargo, las lecciones aprendidas en ese momento sentí que fueron una parte necesaria de mi viaje a través del parto. Frente a la verdad de la muerte como una parte de la vida, y una vez más algo que tenía que encarar, aceptar, y en última instancia, no temer. No puedo afirmar que he llegado al punto de estar en Paz con la muerte y el apego a quienes amo, pero creo que se demostró la cuerda floja en la que caminamos cuando amamos y que mientras menos miedo tenemos, más libres somos para rendirnos de verdad al más profundo amor y aceptación de todos los ciclos de la vida con los que nos bendice el embarazo, parto y la maternidad y que me han llevado a continuar nutriendo una fuerza y determinación en mi que jamás pensé posible.
Hay muchos obstáculos, retos y ajustes que hacer, sin embargo, estos mismos dan lugar a más fuerza, fe y crecimiento. Unido a esto, está la alegría y la pureza de Tashi y de la siempre cambiante existencia. Verlo cambiar, crecer y aprender es un regalo. El viaje a lo largo de la vida que tendremos juntos, es la siguiente parte del místico tapiz de la existencia. Todos venimos llenos de luz y expuestos. Me pregunto y me pregunto, qué viene después?.
Para todas las mujeres que caminan por este sendero, me inclino hacia abajo. Somos capaces de ir mucho más allá de nuestros sueños y de los estereotipos dictados por la sociedad. Para todos los seres, hombres o mujeres, que somos parte del misterio, todos hemos transitado este camino en un momento u otro, el mundo uterino desde el infinito hacia el infinito. Ruego que nunca olvidemos la maravilla de nuestra preciosa existencia.
Con amor para todos.
Julia
Llegamos a la clínica Sara Moncada el sábado 18 de febrero del 2006.
Ya de madrugada a las 1 am estaba con 3 cm de dilatación.
Esa misma noche se armó el Tipi en el bello jardín de la clínica...insólito pero cierto... obviamente con los permisos de antemano. El tipi con su altar, bello y resguardado... de ahí en adelante empezó el más intenso trabajo de parto...
Llegó Wendy, la matrona junto a 4 bellas amigas, para continuar acompañando durante las siguientes contracciones. Vimos el amanecer, la luna menguante, y todo se estaba dando como lo soñabamos: cantos sagrados, braseros con medicinas, rezos, más y más medicinas...Contracciones cada vez más intensas, cada vez mas cerca hijo...
Ya llega el amanecer, el tipi guardando el calorcito del sol de verano, poco a poso muchos más amigos cantándote, danzándote y apoyándonos... tu papá a mi lado tan bello ... y ya más de mañana llega Queco, el mágico medico medicina.
Estuvimos juntos trabajando por 25 horas de una manera bellísima. Ya nuevamente el atardecer, el cansancio, las aguas de ruda con cacao, las 2 tapitas de ayacuasca que el médico me dio para dilatarme más... más cansancio , más intensidad, más fuerza de mis padres, de mis amigos de tu papá gnomo ...
Ya cuando estaba con 9 cm de dilatación , entré a la clínica a una salita integral a recibirte mi Wayra, sin embargo resultó que al cambiar de espacio varé como ballena, no dilataba ni un poco más...sentí demasiado el cansancio, la música de medicina de fondo hacía que todos entráramos en un trance hipnótico, muy cansados!!! , así como iba tenía para muchas horas más y ya casi no me quedaban fuerzas. Demasiada la intensidad. La anestesista de la clínica me insistía en que me pusiera anestesia...yo no quería, pero Queco me dice que si no paría pronto ya iba a haber sufrimiento fetal... “ponte un poco de anestesia, sentirás todo igual y te será mas fácil” me decía...ante eso no quedaba más que rendirse, entregarse y ya...finalmente decidí aceptar, no sentí nada en mi columna, y la verdad que me ayudó bastante... solté , no se que pasó, seguí sintiendo todo...pero ya comenzaron a venir los pujos y mi querido Wayra naciste a las 2 :44 de la madrugada del 20 de febrero, mi bello principito caminante del cielo magnético.
Te pusieron en mi pecho y la felicidad fue total, el canal se abrió, y mi corazón también .
Gracias Wayra por elegirme, por permanecer en mi vientre 9 bellos meses, y por inspirar mi vida como lo haces día a día.
Te amoTu mamá, Canela
Ella, entre risas y lágrimas,apretó al niño contra su pecho y le respondió:
Estabas oculto en mi corazón como un deseo, vida mía.
Estabas entre las muñecas con las que jugaba cuando era niña.
Has vivido en mi vida y en la de mi madre.
Durante muchos años, has sido acunado en el regazo
del Espíritu eterno que rige nuestra casa.
Cuando en mi adolescencia abría mi corazón sus pétalos,
en él flotabas tú como un hálito perfumado.
Tu tierna suavidad floreció en mi cuerpo
como el resplandor rojo del cielo que anuncia el amanecer.
Primer amor del cielo, que tienes de hermana gemela a la luz del alba,
has bajado al río de la vida del mundo
y te has quedado al fin sobre mi corazón.
¡Tú, que eras antes de todos, eres ahora sólo mío!
¿Qué mágico poder ha puesto en mis débiles brazos el tesoro del mundo?.
Rabindranath Tagore, de "La Luna Nueva"
Un poema en honor al alma divina de la maternidad, brotado de la mágica e inspirada pluma de uno de mis poetas favoritos: Tagore (connotado escritor, poeta y filósofo de la India de principios del siglo XX) y que va dedicado de todo corazón a mis queridísimos hermanos y compañeros de camino Gabo y Rochi y a su pequeño Benicio, prontito a salir a la Luz!.
Acabo de estar en un círculo hermoso junto a
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Una vez mas intento escribir en pocas líneas lo que fue la historia de mi parto, aquello que ahora mas que historia se ha convertido en el sutil flujo de maternidad que me envuelve… ahora cada momento vivido hasta éste es emoción, sentimiento e instinto que difícilmente pueda describir con palabras y que revivo al ver los ojos de mi amado hijo mientras me maravillo por el milagro de su existencia, tomando conciencia en estos, sus primeros días junto a mi, de lo gran-diosas que somos la mujeres y de lo afortunadas en poder expresar la naturaleza con toda su potencia y latidos en nuestros cuerpos…
El día que nació Juan Sebastián nuestro primer hijo… junto con el cambio de clima y de luna cambiamos nosotros para siempre… planificamos y nos preparamos para un parto natural, reuniendo un equipo de trabajo maravilloso que nos ayudaría en ese momento, no solo profesionales sino amigos envueltos en la causa de un nacimiento humanizado, e involucrados con nuestra causa personal de llevar a cabo el mejor nacimiento para nuestro hijo… la clínica en la que acordamos tenerlo nos abrió las puertas para tenerlo en una hermosa habitación con una cama especial para tal fin…
Anuncio que venia en la madrugada del día anterior a su nacimiento y estuvimos 12 horas esperándolo antes de partir a la clínica… en paz, caminado y meditando juntos con mi pareja… una vez allí nuestro trabajo siguió envueltos en un profundo respeto y armonía de quienes nos acompañaban. Las horas pasaban y mi esfuerzo por permitir el paso de mi hijo se veía reflejado lentamente en mis dilataciones… pero sabia que para las primerizas era así, asi que siempre me mantuve confiada y tranquila, pero ya luego de mas de 20 horas de contracciones mis fuerzas decrecieron y la dilatación de mi útero quedo estancada, la fuerza de puje no llego…
Debido al cansancio y para acelerar el proceso me rompieron las membranas lo que produjo que las contracciones sean dolorosas, pero no hubo ningún cambio.. tiempo mas tarde como alternativa final se me coloco ocitocina y allí el dolor me nublo y mi hijo comenzó a mermar los latidos de su corazón, y tampoco dilate mas… finalmente tuvieron que practicarme la cesárea…
Con cierta tristeza asumí la noticia que era ya evidente para mi, pero en pocos minutos toda la tranquila espera se convirtió en una locura de luces y anestesias… mi cuerpo se me fue.. pese a eso se dio en un ambiente en que mi amor pudo acompañarme y sostenerme y luego traer a mi hijo a mi para que juntos le diéramos la bienvenida…
Luego vino el despego para "recuperarme" caí en un abismo en esos minutos lejos de mi hijo… vacía y temblorosa… fue el momento mas difícil y eterno, pero Gloria la matrona me rescato tempranamente para llevarme a la habitación donde mi Juan Sebastián llego con su boquita abierta descansando en mis brazos y unido a mi pecho volví a vivir tomada de la mano de mi amor…
Nunca me prepare para lo que vino(la posibilidad d euna cersárea), sin embargo en todo el proceso me sentí fuerte y llena, tengo nostalgias de lo que soñé que seria… un parto por el canal de
Estoy agradecida y feliz de sentirme mama, cada día aventurándome en la experiencia con mayor profundidad mientras junto a Rodrigo aprendemos a dar los primeros pasos en esta dimensión nueva a la que atravesamos el día en que nació.
Alfonsina
En Memoria
Ethel Morgan, 1932-2008
Maestra, Hermana y Amiga
El pasado 18 de junio falleció en Buenos Aires Ethel Morgan, pionera de la
Nueva Espiritualidad de las Mujeres y del Movimiento de
En los años 80 Ethel tomó contacto con el Movimiento de
Ethel quedó fascinada, había encontrado algo que deseaba profundamente: un tipo de sacralidad donde podía integrar sus búsquedas espirituales con la liberación femenina a la que adhería sin dudas, para reencontrarse con su verdadero yo femenino. Para ella,
Ella comprendió intensamente lo que proponían las impulsoras de este Movimiento y se nutrió de todas las investigaciones, visiones y creaciones de sacralidad femenina de esta corriente desde sus inicios. Una de esas creaciones fue el tarot Madre Paz que Ethel adoptó rápidamente como una herramienta conectora de las tradiciones ancestrales de las Diosas, el feminismo, la psicología arquetípica, la problemáticas de género y la nueva conciencia femenina.
Con este tarot de Vicky Noble y Karen Vogel, el primero creado íntegramente por mujeres y con un criterio feminista, en 1988 Ethel comenzó a dar cursos con el afán de poner en contacto a las mujeres con esta nueva espiritualidad y cosmovisiones desarrolladas por mujeres con conciencia de género, algo totalmente inédito para las argentinas que solo conocían espiritualidades o religiones creadas y dominadas por varones.
El trabajo de Ethel fue inmenso, entre otras cosas, porque tradujo una cantidad considerable de investigaciones de arqueólogas, antropólogas, expertas en mitos, sacerdotisas, chamanas y ritualistas, ocultistas feministas, psicólogas junguianas, etc., de EEUU y Europa a las que solo se accedía en idioma inglés. Ethel quería compartir todo el potencial de este movimiento que estaba revisando la historia sagrada de las mujeres, de las brujas y de las Diosas, sus incontables manifestaciones simbólicas, sociales y sexuales y su posterior eliminación con la llegada del patriarcado religioso y cultural.
Su tarea también fue innovadora porque en aquellos años los varones dominaban la espiritualidad tradicional y la naciente “la nueva era” como autoridades religiosas y maestros indiscutibles que -en la mayoría de los casos- seguían difundiendo un modelo femenino subordinado. En sus cursos Ethel siempre ofrecía ópticas diferentes de lo femenino (y de lo masculino) y en el último que dictó, por ej., propuso trabajar con una Cábala Femenina llevando a las Diosas a las diez esferas del Arbol de
Siendo una mujer de gran erudición, experiencia y comprensión de lo Sagrado Femenino, Ethel no se posicionaba como los maestros espirituales conocidos y nunca exigió veneración ni pleitesía de sus alumnas y compañeras. Más bien retomaba las palabras de Zsazsanna Budapest cuando decía que "ninguna bruja se inclina ante nadie”. Así, alentaba a las mujeres a que siguieran sus propias intuiciones antes que someterse a dictados espirituales de una sola persona, sea varón o mujer. Algo de eso se reflejó cuando Ethel adoptó el nombre Morgan para honrar a Morgana con la que se identificó para expresarse espiritualidad, y no con un nombre dado por un maestro o gurú. Por otra parte, con este nombre también podía tomar distancia de su apellido familiar Contusi, asociado al mundo artístico masculino, ya que su abuelo y padre son los famosos poetas y autores de tangos.
La visión de lo Divino Femenino y de la conciencia femenina, reprimida por el patriarcado, que retornaba en la segundo mitad del siglo XX con una nueva espiritualidad femenina, inspiró a Ethel su obra más importante: “
“Estos diez aspectos han sido venerados en las diversas religiones de la raza humana, pero pueden encarnarse como otras tantas maneras de ser que se abren en la mujer universal en su momento de gran florecimiento.
Ethel siguió los pasos de Caitlín Matthews, una de sus maestras espirituales más queridas, al dar su propia visión de los diez arquetipos que esta maestra galesa redescubrió en la leyenda artúrica, en las cosmovisiones indígenas de América y en los mitos de Cercano y Lejano Oriente. Y se nutrió con la sabiduría de Marija Gimbutas, Barbara Wlaker, Merlin Stone, Charlene Spretnak, Mary Daly, Marion Woodman, Christine Dorwinng, Silvia Brinton Perera, Jean Shinoda Bolen, Mónica Sjöö, Starhawk y Budapest, entre muchas otras, a las cuales siempre nombraba y reconocía como importantes influencias en su trabajo y en su vida. De esta manera, todo el aporte del Movimiento de
En los años 90 Ethel escribió numerosos artículos sobre esta nueva Conciencia Femenina lunar y solar -como le gustaba sintetizar- en la revista Uno Mismo y suplementos de esta publicación editados en varios países de Latinoamérica. Y en el nuevo siglo, retirada ya de sus cursos, escribió sobre
“Con su acento en la inmanencia, que permite percibir lo divino en el plano material, la nueva Tealogía ya les ha posibilitado a las mujeres recuperar el sentido de sacralidad de sus cuerpos y sus procesos naturales y ha fomentado una preocupación ecológica acorde con el respeto por la vida que la cultura patriarcal ha olvidado o dejado de tener en cuenta”, Ethel Morgan, Diccionario de Estudios de Género y Feminismos.
En su velatorio, despojado de cualquier imagen cristiana y masculina, sus enseñanzas se hicieron carne cuando sus amigas, compañeras y parientes formamos un círculo tomadas de la mano alrededor del feretro para invocar a Isis,
Tuve la enorme gracia de tenerla como Maestra espiritual, Hermana del alma y Amiga. Gracias a ella mi vida cambió, se amplió y
profundizó cuando Ethel me enseñó a percatarme del gran poder creativo, sanador y transformador de lo Sagrado Femenino en cada mujer y sobre los arquetipos guías de nuestra conciencia profunda a fin de vivir como mujeres plenas y realizadas con una identidad de género integral en la vida cotidiana. Con ella aprendí que no era necesario renunciar a la dimensión sagrada para ser feminista y a la vez participar de la recreación de lo Sagrado Femenino como un derecho indispensable que recuperamos como propio.
¡Hasta la próxima querida Maestra, amiga y hermana, te deseamos una buena vida en el Otro Mundo!!!
Analía Bernardo
Solsticio de Invierno 2008, Hemisferio Sur